Hace algún tiempo salí con hombre “sencillo” o sea sin un peso en el bolsillo, (claro que tenía un dinerillo que terminó gastando en la salida y como no le alcanzó yo también puse del mio), suena mejor decir sencillo que decir pobre, es la manera correcta de hablar o escribir en este siglo XXI, ya las cosas tienen nombres diferentes para esconder lo que realmente son y serán. El hombre me decía que trabajaba mucho, era un obrero, soldador, vendedor, arregla cosas o lo que llamamos “todero”, sin profesión definida, muy alegre y divertido y se expresaba bastante bien, nos conocimos hace muchos años y una vez al año nos saludábamos por chat, no se por qué me gustó, quizás por su palabra, cuando hablábamos no sentía la ordinariez estigma de los obreros que muestran en las películas tomando cerveza con un grupo de amigos para hablar de mujeres, cuando hablábamos era un hombre tierno, comprensivo y hasta psicólogo, me sentí bastante bien con él. Se me hizo imperativo ir a conocerlo (de nuevo), vivíamos en ciudades distintas y hacía como 2 décadas que no lo veía, al reunirnos no sentí cercanía, no se si por los nervios de volvernos a ver o inseguridades de parte mia, definitivamente el conversar por chat y no oír la voz, hace que un aspecto importante que genera sentimientos hacia otros se pierdan, se siente enamorar cuando se chatea, pero es en el imaginario personal, como cuando se lee una novela de amor, donde se encuentra ese héroe o damisela ávida de protección, donde no importa si se tiene dinero o no para salvarla, unas buenas palabras y ya se tiene amor a primera vista o a primer chat, la famosísima novela del Oscuro señor Grey es prueba de ello, cientos de mujeres enamoradas de semejante pendejo.
Solo nos vimos un día, una mañana de museo, compartimos un almuerzo, una tarde de besos y una cena y me despedí con la esperanza de volver a repetir el encuentro sin los nervios de esa primera vez, mi desconsuelo llegó cuando llegué a mi ciudad y se lo hice saber, esperando una palabra romántica o por lo menos un “que bien la pase”, “ya me haces falta”, ¡exacto!, ustedes ya lo saben, esperaba frases de cajón, esas de los libros románticos que el hombre sencillo no lee, porque son muy caros (los libros) y tampoco le interesan, me encontré con un “me alegro, estoy cansado, me voy a dormir”, y su próximo chat saludándome fue 4 días después, eso me devastó, yo crucé algunos cuantos kilómetros en avión y él no fue capaz de saludarme al día siguiente con un “buenos días”, ahí se cayó mi idea del hombre que estaba deseando, ese príncipe que tenía la palabra correcta para mis noches de angustia, mis temores del futuro incierto que se me avecinaba, pero las mujeres somos muy fantasiosas, muy emocionales, en otras palabras muy estúpidas. Los hombres tienen esa forma de ser, de conquistar como el gallo en un gallinero, lo que caiga y para adelante, pues este personaje es así y no lo puedo juzgar, nosotras las mujeres tenemos que aprender a tratar a los hombres, quizás los que nuestras madres nos han dicho por tanto tiempo y padres por supuesto, de permanecer virgen hasta el matrimonio si es que se desea un marido, sea una realidad palpable, muchos gritarán y me mandaran a freír espárragos y eso que en mi país no comemos esa vaina, por lo menos no hace parte de nuestros platos tradicionales, pero bueno, la psiquis del hombre es así, son demasiado príncipes para obtener un poco de sexo, y no es que le salga mas barato que pagar una prostituta, quizás le salga mucho más caro, pero como el hombre es un guerrero por naturaleza, es algo que le gusta ganar, ayuda a su confianza conquistar mujeres y llevarlas a la cama. El asunto es que las mujeres también tenemos nuestra psiquis demasiado romanticona, y no es precisamente que nos lleven a la cama y se olviden de nosotras, la película Pretty Woman los establece muy bien, así que es probable que mi madre tenga razón, hay que llegar virgen al matrimonio, pero si no lo deseas y eres de esas mujeres liberadas que sienten que tienes tantos derechos como los hombres de tener sexo con todos los que se atraviesen, pues debes asumirlo y no llorar cuando ese fulano te eche de la cama y te mande a tu casa en un taxi, (si es que te da para el taxi, pero como hoy las mujeres somos tan liberadas debemos tener para el taxi, Niñas, si no tienen dinero no salgan con un hombre, ese es otro consejo de mi madre).
Concluyendo: las relaciones amorosas entre hombre y mujer las hacemos complicadas? quizás si, quizás por eso tenemos un manual llamado libro sagrado donde establece que la mujer debe llegar virgen al matrimonio (y otros parámetros que en mi caso personal no fui capaz de cumplir) y el hombre proveer para ella y cuidar la progenitura. También los padres le hablan a las hijas de cuidarse de los hombres porque ellos saben muy bien de lo que están hechos, Gene Simmons, creador de la controvertida banda Kiss, de 66 años, en unión libre con una Play Mate por mas de 25 años, le horrorizaba pensar que su hija de 16 años y con novio muy pronto seguramente perdería la virginidad con el susodicho, eso se vió muy bien en el reality que sobre su vida realizó.
Desde mi punto de vista legal y sacando el libro sagrado de aqui, hay unas reglas que hay que cumplir so pena de convertirse en delito algo como son las relaciones "amorosas" entre hombre y mujer, el matrimonio se debe realizar cuando se es mayor de edad, obligatoriedad de cuidar la prole, nada de tener sexo con menores de 14 años.
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